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Mitos y realidades de la vacuna del COVID-19

Actualizado: 17 jun 2021

A medida que aumenta la vacunación contra el COVID-19 en todo el mundo, hay muchas

dudas sobre si vacunarse o no vacunarse. En la actualidad hay mucha información que circula en las redes sociales y comentarios sin el debido soporte científico.


Por esa razón, queremos compartir con ustedes a modo informativo, algunos mitos relacionados con las vacunas contra el COVID-19 con las respuestas sustentadas en fuentes científicas. Esto le dará una mayor visión en su decisión de vacunarse contra la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, y por qué la vacuna es llamada por expertos como una

responsabilidad social.


Mito 1

Las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron muy rápido por eso pueden no ser seguras.

Realidad

Es cierto que las vacunas contra el COVID-19 se lograron desarrollar en tiempo récord. Sin embargo, esto obedece a varios factores, el primero de ellos fue que, debido a la crisis ocasionada por la pandemia, fue necesario reunir a muchos equipos de científicos con disponibilidad y enfoque exclusivo en el desarrollo de esta vacuna, lo que en tiempos normales no hubiera sido posible por haber estado trabajando en distintos proyectos de investigación.


En segundo lugar, es importante recalcar que la ciencia y la tecnología han avanzado mucho lo que facilitó obtener resultados en un tiempo menor al esperado. Sumado a lo anterior, científicos tuvieron una base sólida en sus laboratorios para iniciar el trabajo. No obstante, a pesar de haber desarrollado la vacuna en tiempo récord, es importante destacar que se cumplieron con todas las etapas de un ensayo clínico y los procesos de autorización correspondientes, lo cual demuestra la seguridad de las vacunas.


Mito 2

Las vacunas contra el COVID-19 pueden causar la enfermedad de COVID

Realidad

Ninguna de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas y recomendadas contienen el virus vivo que causa el COVID-19. Esto significa que la vacuna como tal no puede causar la infección. Las vacunas que se están aplicando actualmente le enseñan al sistema inmunológico cómo reconocer y combatir el virus que causa COVID-19.


En algunos casos, este proceso puede provocar síntomas, como fiebre y algo de cansancio. Estos síntomas son normales y son signos de que el cuerpo está desarrollando protección contra el nuevo coronavirus. Por lo general, el cuerpo tarda algunas semanas en desarrollar inmunidad (protección contra el virus que causa el COVID-19) después de la vacunación. Eso significa que es posible que una persona pueda estar infectada con el virus justo antes o justo después de la vacunación y aún así enfermarse. Esto se debe a que la vacuna no ha tenido suficiente tiempo para brindar protección.



Mito 3

La vacuna contra el COVID-19 puede alterar los genes del vacunado

Realidad

Las vacunas que se han desarrollado contra el COVID-19 son básicamente de dos tipos: vacunas de ARN mensajero (ARNm) y de vector viral. Tanto las vacunas de ARNm como las de vector viral entregan instrucciones (material genético) a las células para comenzar a desarrollar protección contra el virus que causa el COVID-19. Sin embargo, el material nunca entra en el núcleo de la célula, que es donde está el ADN de una persona. Esto significa que el material genético de las vacunas no puede afectar ni interactuar con el ADN de la persona vacunada de ninguna manera. Todas las vacunas contra el COVID-19 funcionan con las defensas naturales del cuerpo para desarrollar de manera segura la inmunidad a la infección.



Mito 4

La vacuna contra el COVID-19 causa efectos secundarios graves

Realidad

Los efectos secundarios graves de la vacuna contra el COVID-19 son extremadamente raros. Han ocurrido muy pocos casos de alergias graves después de recibir las vacunas de COVID, así como trastornos de la coagulación, casos de herpes Zoster (culebrilla), etc. Estas reacciones son inusuales y el número es insignificante comparado con los millones de personas vacunadas en todo el mundo, por lo que el CDC y la Federación de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) recomiendan que las personas se vacunen, aunque tengan antecedentes de reacciones alérgicas graves, si sus alergias no estén relacionadas a vacunas o medicamentos inyectables.


Fuente: Vacunas COVID, Mitos y realidad. Panamerican Life, Insurance Group

Artículo bajo la colaboración de Hola Doctor con las siguientes referencias y fuentes consultadas:

• Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC);

• Journal of American Medical Association (JAMA)- Coronavirus Desease 2019

• University of Miami Health System;

• London School of Hygiene and Tropical Medicine;

• Nature Weekly International Journal

• Johns Hopkins University/vaccines;

• University of Michigan: Michigan Health Lab

• National Institute of Allergy and Infectious Deseases (NIAID).


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